ENÉADA
POCO QUEDA POR DECIR
Poco queda por decir, vistas las contradicciones
cuando las fuerzas del mal, pisándonos los talones
en manos nos deja a todos, de auténticos baladrones.
Y nada mejor que un virus a los más pobres liquide
cuando el MANGANTE a la sombra, en afirmarlo coincide
mientras tanto con sus cálculos, exterminarlos decide.
Yo la esperanza no pierdo y ojalá que dios mediante
el cuerpo de los más débiles, sin fisura alguna aguante
y caza se le dé pronto, al desgraciado MANGANTE.
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