DÉCIMAS ESPINELAS
1
Me quedé con tu mirada
tan pronto como te vi,
que un ángel yo te creí
de gracia tan delicada.
Quien sabe si por un hada
de imprevisto te tomé
que hechizado me quedé
admirando tu hermosura,
ojalá que mi ventura
un disgusto no me dé.
2
Tu aliento, tu primavera
constituyen mi alimento,
y para el alma el aliento
durante la vida entera.
Pues sabiendo que me espera
el calor de tu cariño
a tus antojos me ciño,
que siendo corta la vida
basta que amarte decida
y disfrute como un niño.
|