ENÉADA
A CADA MUERTO SU VELA
Si duelen bastante menos las penas tomando vino,
sobran las explicaciones, e invitemos al vecino,
que nadie trabas nos ponga, porque perdamos el tino.
Ojalá que bajo tierra la cabeza no metamos
como hacen las avestruces, que si acaso mal estamos
bastante peor sería, si encima nos lo callamos.
Pues cada cosa a su tiempo y a cada muerto su vela,
siempre y cuando, y a propósito, dejar no deje secuela
como durante su vida, ya vaticinó mi abuela.
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