SONETO
ADAPTAR LA HORMA AL ZAPATO
Ya quisiera olvidarme de momento
de aquella imagen burda del tirano
que imponía su ley contra el hermano
hasta dejarle nulo y sin aliento.
Ya está bien de burlarse sin talento
por defender posturas de profano,
tratando de mostrarse tan ufano
ante quienes requieren de alimento.
Porque el poder a pervertir inclina,
y el hombre a gran escala lo conforma
perturbando a menudo sus razones
al celebrar su suerte en la cantina,
mientras de su zapato adapta horma
hasta ajustar al pecho sus marrones.
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