ENÉADA
JUSTICIA DIVINA
Si la justicia divina, el hombre de su chistera
sospecho se la ha sacado, es que aquí ni dios se entera,
al ver que igual para todos, tampoco el cielo lo fuera.
Pues estaría el infierno tan repleto de bandidos
que si me pongo a contar los favores recibidos
a pitar me empezarían ante el fiscal los oídos.
Mejor que no nos pongamos, visto el percal trascendentes,
porque si de tanto bulo fuéramos igual conscientes
a todo aquel que nos juzga, dejaríamos sin dientes.
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