ENÉADA
NO OLVIDARÉ JAMÁS
Yo no olvidaré jamás a quien me dio su calor,
y bien pronto lo verás que agradeciendo tu amor
en cualquier lugar del mundo, abogaré en tu favor.
Pues duda no cabe alguna, que de corazón te quiero
y que a diario en demostrártelo pongo yo el mayor esmero,
dejando claro que soy, en defenderte el primero.
Que si faltando a mi honor por gafe me arrepintiera
sin perdón a los infiernos, marchar directo debiera
aunque también de rodillas, a Dios clemencia pidiera.
|