SONETO
EL IMPOSTOR...
El impostor creyéndose termina
el enviado de Dios por estos lares,
que glosando el Cantar de los Cantares
al cándido convence cosa fina,
Será que echando el ojo a la vecina
obviando los erráticos pesares,
si mitigar consigue malestares
un milagro será su medicina.
Que si el goce del viaje no es tangible
tendremos que buscar satisfacciones
que a conseguir nos lleven otras metas,
pues parecer parece incomprensible
que regando el jardín de bendiciones
para escapar del mal no haya recetas.
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