ENADA
NI UN MAL GESTO
Cuando la mujer sonre, un gran tesoro promete
siempre y cuando algunos gestos, de pena los interprete
y al final de la contienda te considere un juguete.
Ser que siendo el amor, tan ciego a primera vista
ya convendra de cerca, seguirle a diario la pista,
por si acaso el condenado, en el corazn se enquista.
Que si al raso se me atiza, no creas que me molesto
si es que presto de repente, retozando le contesto
sin que acusar se me pueda, nunca jamas de un mal gesto.
|