Dentro de mi corazón
ese sueño crece y crece,
tanto que amar le apetece
aunque sea una ilusión.
Ojalá que la razón
en todo instante me asista
y me dé la mejor pista
justo al pie de tus andanzas,
que me surtan de esperanzas
mientras la ilusión persista.
¡ Amor, poderte besar !
es todo cuanto yo anhelo,
para sentirme en el cielo
donde te podría amar.
Es lo que cabe esperar
de dos almas que se adoran
que si a besos se devoran
el azar así lo quiso,
mientras en el paraíso
sus entrañas se enamoran.
Así funciona el amor
sin resentimiento alguno,
cuando lo cree oportuno
de lo bueno lo mejor.
Pues con todo su fervor
sin pisarnos los talones
va y nos colma de atenciones
sin pedir a cambio nada,
salvo una buena ojeada
a los propios corazones.
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