SONETO
IMPACIENTES MIS PIERNAS
No creo que los dioses indulgentes
me desplieguen alfombras de color,
evaluando mi don calculador
en no pisar sus sendas relucientes.
Si con prisas mis piernas impacientes
buscan una salida con pavor,
a la sombra del sueño abrasador
que le saquen con fe de sus ambientes.
Ni creo que mi boca se aventure
a denunciar su dosis de verdad
lamentando deseos como puños,
para pensar que el cielo me asegure
que no existe mayor realidad
que la copiada a sangre y sin rasguños.
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