SONETO
MIDIENDO CADA PASO CON CAUTELA
Midiendo cada paso con cautela
hacia ninguna parte me dirijo,
quien sabe, porque Dios no me bendijo
y expiar debiera mis pecados, tela.
Fácil que algún traidor de mí recela
porque no soy, me dicen, un buen hijo,
obediente, elegante, sabio, pijo,
de los que el corazón de mármol hiela.
Porque la fe de viejo disminuye
si sólo se alimenta de palabras,
que tal vez se repiten de rutina,
tanto que de la senda diaria huye
mi alma al considerarlas muy macabras
que al oído machacan cosa fina.
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