SONETO ALEJANDRINO
POR LA EDAD
Por la edad que tenemos hemos de ser abuelos
mirando de reojos las trazas del destino,
si es que todos a pulso, grabado nuestro sino
llevamos en la frente sin pompas ni consuelos.
Por eso con bastones, hoy sin garbo y sin pelos,
mientras pasan las horas echándonos un vino
vemos como a la tumba se llevan al vecino,
dando al traste también con todos sus anhelos.
A buen seguro pienso que ya para verbenas
ni muchas procesiones los abuelos estamos
y que Dios me perdone, salvando los matices,
puesto que acumulándose día a día las penas
si acaso de puntillas por el parque pasamos
que nadie por favor nos toque las narices.
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