ENÉADA
SUBLIME BIENESTAR
Siendo sublimes las horas, que tanto amor nos ofrece,
hoy comerte todo entero, a bocados me apetece
al sentir en mis entrañas, como el fervor crece y crece.
Mucho mérito ya tiene, si con pasión nos amamos,
al constatar a propósito, que en el mismo mundo estamos
compartiendo la ventura que recién imaginamos.
Que la magia de este amor, a Dios pido nunca muera,
porque la gloria bendita, en el más allá existiera
y tan singular milagro posible también lo fuera.
|