YA NOS ENGAÑA EL DESTINO
MOSTRÁNDOSE TAN DIVINO.
Si todo lo que reluce
a la vista nos seduce,
que ningún cable se cruce
y nos deje en el camino.
Ya nos engaña el destino
mostrándose tan divino.
Que muchas veces el oro
vendiéndose sin decoro,
mostrar se muestra incoloro
quien sabe, de origen chino.
Ya nos engaña el destino
mostrándose tan divino.
Si es que el devenir incierto
nos puede llevar al huerto,
y a quien no encuentre cubierto
jodido lo tiene, opino.
Ya nos engaña el destino
mostrándose tan divino.
Pues a merced del sistema
si contra el viento se rema,
esta vida es un poema
en la que hay que hilar bien fino.
Ya nos engaña el destino
mostrándose tan divino.
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