ENÉADA
DÉJATE DE HALAGOS
Bueno fuera que te dejes, de monsergas y de halagos,
que de mala fe se juzgan los bulos por estos pagos,
por donde ni tan siquiera, se cree en los reyes magos.
Si es que con palabras huecas, me quieres engatusar
te diré que ni probando, a diario suerte al alzar
conmigo en este planeta, te llegarás a casar.
Porque encontrarme no quiero, justo con otro marrón
ante el cual perdido el tino, arrastrado por la pasión
los idilios amorosos, simulados todos son.
|