ENÉADA
LAMER LA PROPIA HERIDA
Hasta el lobo ansioso aúlla, en noches de luna llena
quizás dando a sus instintos, dichoso la enhorabuena,
mientras guiando a su manada, salir quiere de verbena.
Así a veces el barón, con la mujer se comporta
a no ser que por capullo le den una buena torta,
dejándole bien patente, que ahí no pincha ni corta.
Ojalá que sin violencia se refugie en su guarida,
entre tanto a sus instintos encuentre digna salida,
cuando a lamer se disponga, a solas su propia herida.
|