SONETO
EL PODER POR EL PODER
Cuando los mecanismos del poder
obligan a cambiar de cuajo el credo,
que un superior impone con su dedo
muy sano no ha de ser su proceder.
Pues nadie cambiará de parecer
si no tuviera que saltar al ruedo,
que su ideal no le importara un bledo
antes de echar sus barbas a cocer.
Así el poder consigue la obediencia
además de un respeto incalculable
para acallar a todo el que proteste,
sin que ello le remuerda la conciencia
por su comportamiento intolerable,
aunque vidas humanas siempre cueste.
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