SONETO.-
ANDANDO A SU PESAR EL MENDIGO
Andando a su pesar con sus harapos
lleva la casa a cuestas el mendigo,
buscándose al azar algún abrigo
donde matar el frío con sus trapos.
Haberlos los habrá que por guiñapos
hoy por tener no tengan un amigo,
y a saber si rascándose el ombligo
pasen el día aviando con los capos.
Igual unas limosnas de propina
a diario satisfagan sus penurias
al no cambiar su libertad por nada,
pues sometido nunca se imagina
y aún menos si víctima de injurias
se obligara a seguir a la manada.
|