SONETO.-
PLACERES DE LA VIDA
Ojalá los placeres de la vida
no se me muestren siempre tan ajenos,
si es que de rica miel están rellenos
sin que a gozarlos haya quien lo impida.
Quien sabe si no tengo más salida
que ponerle a mis pies sarnosos frenos,
hechos a todo tipo de venenos
dispuestos a emprender descalzos la huida.
Ojalá me sonría la fortuna
sin que la miseria me mortifique
ni los sueños me roben la esperanza,
que disfrutar disfrute de la luna
sin que vivir a solas signifique
colocar mi ilusión en lontananza.
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