SONETO.-
NINGÚN DELINCUENTE
Hoy quien se considera un delincuente
compartir no desea su riqueza,
y menos se supone su destreza
que sacudir le pueda de repente.
Porque resulta sano y evidente,
que quienes justo sufren la pobreza
quedarse igual podrían de una pieza,
sino se les respeta el don de gente.
Quizás pueda sonar a cachondeo
y de paso partirse de la risa
quien del hambre no sepa por fortuna,
pues ignorante de cualquier jaleo
si los días de fiesta acude a misa
desfachatez no sentirá ninguna.
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