ANTE LA ADVERSIDAD
Los ojos son el espejo
dicen los sabios, del alma,
por lo que el vivir con calma
nos cicatriza el pellejo.
Por eso yo no me quejo
si carente de razones
a currar pongo mis dones
viendo siempre de reojos
que reprimir los antojos
resuelve muchos marrones.
Cordura, amor y amistad
es lo que más yo valoro
pues ni la plata ni el oro
dan honorabilidad.
Eso viene con la edad
que lo material no cuenta
si pasando los setenta
ya se busca compañía
bien repleta de alegría
que asista al alma contenta.
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