SER COMO DIOSES

Tratar de ser como Dios nos puede amargar la vida,
si actuando con prepotencia, a veces en plan suicida,
que somos seres mortales, de vez en cuando se olvida.

Será que desde la infancia, a callar nos enseñaron,
que siendo ya adolescentes, a golpes nos maltrataron
hasta que por inservibles, por la edad nos jubilaron.

Por eso de forma rancia, nos comportamos a veces,
si en vano nos defendemos, presagiando estupideces
aunque caro lo vendamos, si el precio suben con creces.

Luis Pérez