MENTIRAS PIADOSAS

A este ladrón malnacido
aún rendirán honores,
y gente de mil amores
lo alabarán bendecido.
Luego pasto del olvido
sus nietos disfrutarán
y jamás trabajarán
con la herencia del abuelo,
porque de tontos ni un pelo
entre las piernas tendrán.

Ojalá por estos pagos
jamás de nuevo aparezca,
y sus promesas ofrezca
como hacen los reyes magos.
Que harto estoy ya de halagos
y de mentiras piadosas
de quienes entre otras cosas
conseguir quieren sus metas,
aunque hallan en las cunetas
personas tan bondadosas.

Luis Pérez