Mi corazón solitario
es un nido de cantares,
en el duermen y en viven
como en su nido las aves.
El hombre que no se aflige
cuando llora una mujer,
no ha conocido a su madre
no sabe lo que es querer.
Dos cosas temo en el mundo
la taición y el desengaño,
son dos cosas que amenudo
me regala el mundo ingrato.
No te importe niña mía
tan jovencita casarte,
capullito bien guardado
más que la flor sola vale.
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