Eres toda tú, baluarte de mi querer,
suave brisa y dorado sol;
eres ninfa que embriaga mi ser,
mística ilusión, dueña de mi corazón.
Eres música en mis oídos
y agua fresca en mis labios,
flor de pétalos abiertos de aroma exquisito,
energía pura en mis venas, disipadora del frío.
Eres mujer de mis horas y de mis días,
de mis pensamientos y todas mis acciones;
cuando me besas, siento en el alma alegría,
en el medio de un manantial de pasiones.
Inolvidable, nuestro encuentro el primer día,
se van y vienen las primaveras;
nuestro amor es fuente viva de alegría,
siempre vigente, mas nunca pasajera.
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