Muy temprano, antes de que salga el sol,
inician las floristas sus diarias actividades;
con esmero, cariño y gran dedicación,
contactan con las flores y sus bondades.
Se hablan de tú a tú con rosas y claveles,
margaritas, nardos y no pocas azucenas;
son floristas, entre flores y anaqueles,
interlocutoras de ellas y sus esencias buenas.
Floristas, ustedes son dignas de admiración,
convierten un ramito de rosas en regalo
para el enamoramiento o la reconciliación,
así se acostumbra hoy, igual que antaño.
Con esmero, cariño y gran dedicación,
sigan ofreciéndonos sus delicadas flores,
muy temprano, luego que salga el sol,
entre sus melodiosos gritos y pregones.
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