Sentado frente al lienzo blanco,
pintando el paisaje lejano,
de blancas casitas,
de techos colorados.
Caminitos empedrados,
salpicados de azucenas blancas,
Al fondo...
montes escarpados,
filtrando rayos dorados.
Un niño moreno,caminando
por la vereda,
tiene el vientre hinchado, trae
los pies descalzos
por ropa no lleva nada,
unos pantalones raidos
una camisa a cuadros.
Un perro famélico lo acompaña
con las costillas marcadas,
la piel llena de sarna,
anda buscando trabajo,
para ayudar a su casa.
Esa miseria, no se refleja
en el paisaje pintado
la tristeza de sus ojos,
la miseria en que esta atrapado
todo esto...
nunca estará en el cuadro plasmado
|