No corras tras ese amor,
por grande que te parezca.
Que brinde desilusión,
y a veces desaparezca.
En cambio pon ojo a aquel,
por humilde que lo creas,
que te sabe comprender,
y tu dicha, y dolor vea.
Mi verdad es moraleja,
y la debes aprender.
No corras tras quien se aleja,
si te ama, ¡ha de volver!
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