Dicen de Madrid al Cielo,
y aquí estamos para ver las
bellezas que aún le quedan.

Yo recuerdo aquel Madrid
cuando a la fuente del Berro
por las noches a beber
íbamos las parejitas,
agua pura y cristalina
con una alegría sana.

Hoy solo le queda el nombre
“pero queda la Cibeles
y el monumento a Neptuno”,
que frente al Retiro están
por muchos años que pasen
esos no los quitaran.

En el hay muchos recuerdos,
quien de novios paseando
buscando un rincón oscuro
y darse un beso escondidas
aunque mil ojos los vieran.

El día de San Antonio
donde iban modistillas
también su sitió tenían,
¡la ermita de San Antonio
el parque de la Florida!.

Con trajes de chulaponas
a pedir novio acudían,
iban con sus alfileres
muchos al Santo le echaban
creyendo que echando muchos
muy pronto novio tendrían.
Eran costumbres antiguas,
hoy solo cemento hay,
de todo cuanto relato,
esta es la ley del consumo
y nos queda para rato.

Pero nos queda el Retiro,
“La Cibeles y Neptuno”
y poder siempre decir,
¡viva Madrid, que es el pueblo¡
y que toda España quiere,
porque Dios lo quiso así.
Y poder siempre decir,
“y desde Madrid, al Cielo”



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Teresita Vázquez