¡Un día te encontré!
ibas deprisa,
me pediste perdón
ibas a misa,
no podías dejar
esa costumbre.
Y me quedé perplejo
pues cuando hablas,
nunca sueles medir tus quejas
te quejas de tus hijos,
te quejas de tu madre,
pues como es muy mayor,
a ti te aburre hablando.
Por eso vas a misa cada día,
pues aún con eso,
tu alma está vacía,
¡pero yo no comprendo!
el ir a misa cada día
dejando a tu madre abandonada,
y sin hacer caso de tus hijos,
ven en ti una beata
pues al verte cada día,
por una Santa mujer a ti te toman,
pues es mejor cumplir
con un amor profundo,
el velar por los seres
que más nos necesitan.
¡Dios está arriba y lo ve todo,
a el no se le engaña,
solo se engaña al mundo!.
http://humano.ya.com/teresitavz
|