Hay una rosa en el cielo
que con tanto amor se abre,
para darnos el consuelo
que solo brinda una madre.
Esa rosa es celestial,
más bella que no se viera,
en el mundo terrenal,
¡y brilla más que una estrella!
Más que el agua es transparente.
Y mucho más que la luz.
¡Madre de toda la gente!
Y madre ¡del buen Jesús!
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