A-B-C-D-E-F-G-H-I-J-K-L-M-N-O-P-Q-R-S-T-U-V-W-X-Y-Z- Julio Serrano Castillejos páginas: << < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 > >>
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| Nadie |
| Nadie imita mi voz ni mi lamento ni las cuerdas ta idas de mi lira, el verso que tras frondas hoy respira es forma personal del sentimiento. Es tal vez sin saber, mi propio acento la esencia ... |
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| Mi poema número 200 |
| Hoy escrib mi poema n mero doscientos. Hijo h brido de la ociosidad, compa ero de mis soledades y vestigio omnipotente de mis ideas. Naci curiosamente sin rima y sin m trica e inclusive sin ... |
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| C u a r t e t o . |
| Si no puedo ya vivir recordando lo aprendido prefiero mejor morir que vivir... en el ... |
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| Una fiesta de tortura |
| No tiene el redondel la donosura ni tampoco un asomo de decoro, ya pierde nitidez el amplio foro ante la muerte de un valiente miura. El torero decrece en su hermosura y por eso en versos yo ... |
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| Flecha encendida |
| Flecha encendida no eres ni tampoco eres de lino ni pena ni casta uela y mucho menos un cirio. Eres mi sangre, mi luna, eres sol tal vez perdido, por eso te busco siempre con este amor ... |
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| El sembrador |
| Fue aquel un sembrador de mares, de lunas p dicas y blancas, entre montes azules, cubiertos de vientos y de presagios nuevos. Un sembrador omnipotente y sin fin… Sembr el tiempo, las mareas ... |
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| El alma de Dios |
| Dios tiene una alma y con ella cubre el universo. Habita en nuestras c lulas, en el abdomen de una hormiga y en las ra ces de los rboles. Quien no hubiese sentido el alma de Dios sencillamente ... |
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| A sangre y besos |
| A sangre y besos tomar la plaza de tus amores santos y encendidos para mirarte cual sensible alondra, rendida al palio de tu blanco nido. Hoy, disipar mis aviesas ansias al centro de tu ... |
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| El gato |
| Me escondo atr s de mi nariz un rato para ver pasar al sol y sobre todo para sacudir del pantal n el lodo de las pisadas de mi avieso gato. Micifuz me mira sorprendido y aunque espera de mi mano ... |
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| De tanto pasar |
| De tanto pasar por los mismos baches me los he aprendido de memoria. Hay uno que me saluda todas las ma anas y parece decirme: -Adi s Julio. ¿Porqu tanta prisa? Lo rodeo para no pisarlo y el ... |
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| Canto a Luciano |
| Sembraste con tus voces las corrientes de tu canto por todos tan querido, torrente de tu risa seductora... fue tu timbre la copa encantadora del rea que enternece su sonido. Tenor enorme ... |
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| Erotismo |
| Cuando caiga as el gemido a tu pecho, a tus costados, a los versos m s mundanos y a tus pies adoloridos, orar por tus sentidos y tus finas tardes solas para besar las corolas ... |
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| El delfÃn |
| Te escondes en el tumbo de las olas y alegras con tus juegos mis matices cuando nadas haciendo tus cabriolas y miras a los ni os tan felices. Me encanta tu mirar, tu libre impulso, tu cuerpo ... |
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| Agua limpia |
| Agua limpia, salubre y siempre pura, lago tan hondo como el suave viento, tus playas me regalan el acento de fruta verde y a la vez madura. Me anido para ti... en la llanura y en los pliegues ... |
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| Doliente arquitectura |
| Negrura de pasi n, es noble y pura, la endecha donde cabe el sentimiento, es viento suave, luz y fino aliento de tu magia y doliente arquitectura. ¿Pero c mo volver a la negrura de ese ... |
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| Elegia a Paula |
| ¿Te acuerdas Paula, mi nena, de c mo te vi a los ojos, entre besos y sonrojos aquella ma ana buena? Era tu cara serena un lucero en mi camino, del coraz n mi destino, de tus padres el amor, en ... |
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| Divagaciones en azul celeste |
| Se ense an hoy desnudas en el cosmos las horas picarescas de la muerte y a lo lejos los duendes en estadios de horas placenteras y muy lejanas cubiertos de l grimas y mil presagios. ... |
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| Tuxtla de mis amores |
| Eres eterna como el oro viejo e incandescente en todo tu derroche y cintilas de lejos como espejo en los perfiles de tu regia noche. Tuxtla, la de mis m gicos recuerdos, de aurora plena y de ... |
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| ¿Cómo poder olvidarla? |
| ¿C MO PODER OLVIDARLA? Mi mujer por tantos a os ¿c mo poder olvidarla? Si era tan pura la pobre como una gota de agua. Sus manos eran dos lirios sus sienes eran de santa. Lleg la revoluci n con ... |
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| Romance del torero en el olvido |
| Morir, morir en la calle con las manos siempre quietas, lejos del toro y del ruedo y lejos de las tormentas. Me quema as el sentimiento de s lo pensar en no verla, se me pudren las entra as y se me ... |
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| El maestro |
| Maestro, de verdad querido amigo, compa ero de todas mis nostalgias y hacedor de valles y caminos, proyectista del faro de mis ansias. Siempre tienes la llama que motiva el profundo y ... |
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| Las penas que provoca el llanto |
| Las arduas penas que provoca el llanto cuando lloras doliente tus presagios empa an con sus l grimas mi encanto y entorpecen las voces de mis labios. Las quejas rodar n al son del viento en ... |
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| Con la piel desnuda |
| Voy con la piel desnuda midiendo los pasos del tiempo y camino por cierto con calma tocando los poros del viento, disfruto las nieblas del alba de tarde y en todo momento y las finas cadencias ... |
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| El canto del corazón |
| Yo soy de pocas palabras cuando traigo el alma herida y dedico mis cantares a aquella mujer endina. Si voy de vuelta o de ida no soy menguado ni tibio y le doy siempre a la vida el canto que ... |
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| Se rompe mi tristeza |
| No soy de muchos cantares ni le rindo a la tristeza pues evito la flaqueza de llorarle a mis pesares. No respiro por la herida ni soy sumiso o cobarde no hay pleito que a m me cuadre y me ... |
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| Amor... amor |
| Si me obsequias tus furtivas ansias y en la copa de todos mis excesos bebes mis tiernos y copiosos besos cuando en tu lecho mi pasi n escancias. En el r quiem de aquellos mis amores tu ... |
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| Cómo me gustas |
| Me gusta el fresco de tu sonrisa, los vaivenes suaves y francos de tu pelo y la luz de tus ojos, colosales y paganos. Me agrada la prisa rumbosa de tus pasos cuando caminas majestuosa a mi ... |
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| M a d r i g a l |
| Macabra soledad, qu cruel hast o, vivir sin el abrigo de tus besos, est n mis ojos y mis manos presos y el coraz n muri ndose de fr o. Solo estar ya en la noche oscura, en esta soledad… ... |
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| Cómo amanecer poeta. Versión II |
| Amanece poeta, quien como t su sangre y su numen ya engalana con el roc o de la flor temprana y ventisca que corre en la monta a. Despierta as tambi n la dulce rosa, la fuente cantarina y ... |
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| Sonata de amor |
| Yo quiero engalanar audaz tu fiesta de amores blancos, puros y encendidos, para brindarte mi pasi n en esta pesada soledad de mis sentidos. As escuchar el fiel torrente del llanto matinal ... |