A-B-C-D-E-F-G-H-I-J-K-L-M-N-O-P-Q-R-S-T-U-V-W-X-Y-Z- Julio Serrano Castillejos páginas: << < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 > >>
|
|
|
| Romance del supremo amor |
| Te quiero decir te quiero muy suave junto al o do sin que me tiemblen las corvas por este amor que es tan m o. Con tiestos bien perfumados, con un suspiro muy vivo besar tu cara y los sue os que ... |
|
|
| Iniciación |
| Anoche se durmi con las risue as vaguedades de un denso terciopelo, dejando para m su hirsuto pelo, brillando cual cascada entre las pe as. Tendido, en la cama descubierta, beb de aquellos ... |
|
|
| Sueño |
| So que la muerte era la flor de una nueva vida y que en el cosmos flotaba tu alma junto a la m a. So tu sombra rendida a mi sombra aprisionada, era tu mano tan tenue que en mi mano se fund a. ... |
|
|
| El espontáneo |
| Se llenan ya los tendidos de toda clase de gentes para ver el pase llo de los toreros valientes De la puerta principal salen dos mozos morenos con sus trajes de alamares y con los ... |
|
|
| Romance del soñador ( II ) |
| Una tarde en la laguna te vi vestida de encajes, tu sombra era de magia tus ojos eran tan grandes. Se te abrieron como flores los labios color granate y los sent muy brillantes como un ... |
|
|
| Romance del soñador |
| Una tarde en la laguna te vi vestida de encajes, tu sombra era de magia tus ojos eran de luna. Se te abrieron como ojivas los labios rojos de grana y los sent tan tranquilos como a un ed n sin ma ... |
|
|
| La piedra en el corazón |
| No puedo asumir la muerte como extremo de la vida ni el latido cotidiano como un quejido del alma. El arroyo corre solo por las tierras labrant as y el tiempo se marcha erguido como un suspiro en ... |
|
|
| EsplÃn |
| Cansada del espl n de tu tristeza te hundiste en las caricias de mis manos y fueron tus lamentos tan humanos como un responso que a la virgen reza. Aspir de tus labios un lamento, miraste ... |
|
|
| Me duele el pensamiento |
| Me duele cuando pienso… el pensamiento. Un d a morir n mis alegr as… tus manos en mi frente y en mis d as sellar n de mi boca el cruel lamento. Aquel lamento con el cual nos vamos de esta vida por ... |
|
|
| Poema a mi madre |
| No llores madre tan salobres penas ni enjugues con tu llanto las arenas, espera que me llegue aqu l est o. De rodillas ir al camposanto a besar tu l pida y el manto de tu sepulcro p lido y tan ... |
|
|
| En tu exquisita madurez |
| En tu exquisita madurez rumbosa de tus ardores siempre tan febriles cay tu candidez como una rosa. Pusi ronse a mis pies tus veinte abriles en esas fiestas de pesares ciertos en honor a ... |
|
|
| Letras a mi madre |
| La inflorescencia cautiv el paisaje en tus ojos tan verdes y profundos cuando emprendiste el pesaroso viaje hacia el misterio de lejanos mundos. Me heredaste tambi n de tu presencia ... |
|
|
| Cuando abdica el beso |
| Si como dices bien, abdica el beso y tal abdicaci n es de abandono, al n ctar y al manjar de ese embeleso los mata el beso con fatal encono. Sin embrago no estoy cautivo, preso ni atado a tu ... |
|
|
| La vida |
| Crep sculo de luz y ardiente hast o, creciente soledad, espiga cruda, longeva nace la creciente duda en ese mi pesar... reflejo m o. Un largo navegar en hondo r o, la vida es cruel, tambi n opaca ... |
|
|
| Poema a mi bandera |
| Cuando en el cielo mi bandera ondea me siento nuevamente mexicano y as en mi pecho el coraz n flamea y extiendo a todos mi amistosa mano. Hidalgo no la tuvo en los caminos de una Patria ... |
|
|
| El valle del Serengueti |
| Erizan los leones la melena en la africana noche vaporosa mientras cantaba alegre y rumorosa oy ndose a los lejos Filomena. Las cabras se encabritan, cosa buena, con el destello de la ... |
|
|
| En mi soledad |
| En esta soledad abr la puerta De un vago coraz n tal vez incierto, Cuando solo arrib a un viejo puerto Sin vida, sin amor, mi paz desierta. En ese rebuscar surgi mi tedio Negro resumen de ... |
|
|
| La luna se asomó |
| La luna se asom , presagio arisco de los rubores de tu tersa frente peinando con sus brillos el oriente y los cielos con blanco alemanisco. Entonces se adorn el gneo risco de perlas con ... |
|
|
| Quejidos |
| Quejidos son sin resonancia, antes de para ti nacer esos quejidos. La voz que llora es de los amantes y su canto vital son los gemidos. Traspasan las paredes, los jadeantes reclamos de ... |
|
|
| Meditaciones sobre el amor |
| El amor es la piedra incandescente del alma, el aroma del cuerpo y la luz del universo. Es la espiga que inunda con su fulgor la piel, la palabra y los sentidos. No tiene forma pero es la ... |
|
|
| Poema a la alegrÃa |
| Es como fuente surtidora de agua que incita de los labios las sonrisas, de los arrullos tiene las divisas radiantes como el hierro entre la fragua. Irrumpe siempre con voraz derroche en los ... |
|
|
| Hoy amanecà poeta |
| Hoy amanec poeta a la vera de tu cara hermosa para hablar de ti y de la luna, de las cosas que guardo en la memoria y del paisaje de mi tierra prodigiosa. Hoy amanec poeta al sentirte tan cerca ... |
|
|
| M O R I R |
| Se va la luna con la tez ajada al campo abierto de la paz dormida, se va el tiempo como dulce agua se va el invierno y se nos va la ... |
|
|
| La espina del rosal |
| La espina del rosal cay vencida al penetrar tus carnes ruborosas pintando de color todas las rosas la sangre que brot de aquella herida. Desde entonces adorno con tu vida mis versos y ... |
|
|
| Ave fugaz |
| Eres ave fugaz y cantadora que llevas con cordial y suave acento el timbre de tu voz y el sentimiento del toque magistral que me enamora. Eres paloma que al cantar decora las singulares ... |
|
|
| Holocausto |
| Se puso el pentagrama de tu cielo al servicio de aquellos tus asombros, dejando en el rinc n de los escombros las nubes enfermizas de mi celo. Luego cubriste con nimbado velo la suave brisa ... |
|
|
| Soñé anoche |
| So anoche que tu amor perjuro era el p lido manto de tu esencia, bord ndose con cruel magnificencia la brisa fr a del dolor impuro. Prob la gota amarga del cianuro de aquella copa sin pedir ... |
|
|
| Consonancias |
| So ayer tus pasos peregrinos esculpidos en f nebres cortejos, reflej ndose en m ltiples espejos del fausto espolvorear de los caminos. Riel el amanecer y en los destinos de aquellos ... |
|
|
| Enfoque pitagórico. |
| Los n meros son como las palabras, fugaces y altaneros, speros con los pobres y audaces en las cuentas bancarias de los eternamente ricos. Se escriben mejor con un signo de pesos a la hora de ... |
|
|
| Cuajó la tarde |
| Cuaj la tarde sus sombreados grises y de tu franca escencia omnipresente, cuando surgiste t muy suavemente con tu encanto, tu luz y tus matices. Me diste la raz n y sin deslices me miraste ... |