A-B-C-D-E-F-G-H-I-J-K-L-M-N-O-P-Q-R-S-T-U-V-W-X-Y-Z- Julio Serrano Castillejos páginas: << < 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 > >>
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| Rieló la nitidez... |
| Riel la nitidez de sus dolores el blanco manto de su faz tan pura y luego silenci con esa hondura el r quiem de sus ojos so adores. S , festiva, como las blancas flores, rebelde a la pasi n, tal ... |
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| Escribe... poeta |
| Escribe hoy poeta sin dobleces con la etiqueta abierta a la esperanza, de este mi mundo que a la vida lanza a la oruga que vive entre las mieles. Comparte de tu mesa la migaja y dale de ... |
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| Poemas de las cosas simples |
| Su amor tan fr gil como el papel de China y sus muslos m s esquivos que un salm n surcaban ayer a la deriva. -o-o-o-o-o-o- Tus manos dos palomas saltarinas cual mariposas blancas de suave ... |
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| La cortesana |
| Ayer cerr el desv n de aqu l hechizo, con desd n, sin rigor y en cruel batalla; la boca dice lo que el alma calla y en el jard n se siembra el maleficio. El maleficio que al honor estalla en el v ... |
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| Se juntaron los dÃas |
| Se juntaron los d as y en tantos a os formaron lustros y despu s decenas de infaustos y crueles desenga os, de torres de dolor y sus almenas. Pero viv solemne, sin angustias. Ca das y ... |
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| Es tal vez el viento |
| (Dedicado a Sandra) Es tal vez el aliento de tus manos o el claro sombreado de tus ojos, tus palabras tan llenas de caricias, es tu voz, tu mediterr neo acento o el aire ocre de tu pelo suelto. ... |
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| Sin reproches |
| Lo digo sin reproches, con anhelo: quiero llegar a anciano con mis canas, surcar la mar sin emociones vanas pero emprendiendo por completo el vuelo. Ver con cansados ojos siempre el ... |
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| El verso azul |
| Escribo el verso azul en la floresta y canto a la canci n del rito inquieto, poniendo en el port n el nuevo veto del marco insustancial de tanta fiesta. Reduzco el requiescat, hoy con respeto, ... |
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| Mis hijos |
| Mis hijos est n hechos de mi arcilla pulidos por el tiempo con mis besos, son puros sus amores, son tan tersos como el numen que forma su semilla. Vivieron con nosotros en la villa que mi ... |
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| Distante amanecer |
| Radiante batallar conmigo mismo, rel mpago de azul, punzante nota, de injusta sinraz n y el alma rota resurge mi pasi n y el estoicismo. Simiente de dolor, ese es mi abismo, bebiendo con ... |
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| El vuelo de tu pelo |
| El vuelo de tu pelo con certeza riel de la noche la viv fica redondez de tu cuerpo y tu cabeza de corp rea exquisitez magn fica. Se puso luego as en mi entereza el sol con su nota m s buc lica, del ... |
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| Pienso en ti |
| Si estoy en ti y estoy por ti vagando, me complace escuchar tu melod a, los sabores son de melancol a si t me dices como, donde y cuando. De mi alma el rumor se fue volando como ave ma anera al ... |
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| El mendigo |
| Me escudo en la pobreza, soy mendigo, los roces del amor la sed marchita, el alba me seduce, resucita la espiga del dolor, ese es mi abrigo. No es la riqueza la que mi hambre incita ni tampoco ... |
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| La nostalgia. |
| La nostalgia es el pan de la ausencia, una l grima reprimida en el alma. Es el beso sutil del tiempo, un recuerdo ca do al coraz n, lucero que nunca se apaga y la forma de llorar con una sonrisa. ... |
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| La lÃnea de la vida |
| No importa que la suerte te rechace en ese cuerpo que tu ser habita, el alma vence y nunca se marchita en el segundo que a la vida nace. Si te hiere el amor y en ti gravita la ortiga del dolor, ... |
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| Propongo ante el mundo |
| Hoy propongo ante el mundo que nos mira el verso santo y a la vez profano, con una pincelada de mi mano y las notas sentidas de mi lira. No manejo la alquimia del arcano ni los tonos mundanos ... |
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| Eres como el mar Caribe |
| Eres tibia, s … como el mar Caribe, cadenciosa como las altas olas, insinuante como las tardes solas y rica como copa de jengibre. Rotonda y claro eres de mis noches, ondina que bautiza las ... |
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| Tu talle |
| Luciste el talle con sutil gracejo en la cuaresma amplia, efervescente, adornando con magia aqu l ambiente de los charcos remedo de tu espejo. Ibas sola y feliz, seguramente risue a tu ... |
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| Cimbreante |
| Llevabas bien puesta la camisa, tortuosa tarde de tu andar sereno y as esculpido el insinuante seno crispaba de rubor la piel sumisa. Ibas radiante t , camino a misa, volando entre el pasto y ... |
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| Rota la ilusión |
| Se rompe la ilusi n de aquella queja de un joven coraz n y muy maduro, de lejos respald ndose en el muro la n bil cerraz n que el tiempo deja. Perdida tras de s la negra reja del tri ngulo celeste ... |
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| Navegar la vida |
| Jam s empieza a navegar henchido el velamen de nuestra alegre vida ni en v speras se inicia la partida hacia el final por todos tan temido. Navegar, ir con inaudito estilo hacia una meta hoy ... |
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| Circunloquios |
| Circunloquios de espanto circundan hoy el nido de los hierofantes, en la vaguedad de los discursos pronunciados desde las almenas. El nuevo son atiende sus toques y se lleva el aroma y ... |
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| Los tiranos |
| I ¿C mo bajar de la Tierra a los tiranos? Se vuelven indispensables, socavan la equidad, a la belleza la desgastan. Tienen apellidos sonoros, sus escarcelas son gordas y su manos sudan la ... |
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| Quiero estar |
| Quiero estar… y besar con calor el suelo salobre para saciarme con la entereza y el hambre de la tierra. Si es posible, un d a abrir los cauces de los r os como si fuesen las compuertas de una ... |
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| El torero |
| Quiso poner la tarde, incuestionable sabor taurino en tus galanos lances y al borde de la plaza los romances de tu genio castizo e indomable. Faena de capote, venerable, adornos ... |
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| No es tu voz |
| No es tu voz ni tampoco el pensamiento donde suele estrellarse aquel olvido, ni el surco que deprime el sentimiento como extraviada ave de su nido. Es de ti misma el aire, sin aliento, La ... |
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| Cómo me gustas... |
| Me gusta el fresco de tu sonrisa, los vaivenes suaves y francos de tu pelo y la luz de tos ojos, colosales y paganos. Me agrada la prisa rumbosa de tus pasos cuando caminas majestuosa a mi ... |
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| La margarita |
| Sin amores, sin cuna y bendecida de s lo meditar rindi su cuita y polvosa la pobre Margarita sus p talos dobl , cay dormida. Pero la flor no estaba as vencida ni era sombra jam s, y ya proscrita ... |
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| Bajó del cielo Isabella |
| Baj del cielo Isabella para regalarle a mam , sus brillos como de plata, unas orejas redondas, dos cachetes… sonrosados, mil caballitos alados, las piruetas de sus manos, de ... |
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| Cansado del placer |
| Cansado del placer y el cruel derroche de t rrido fest n, hacer mundano, tend a Dios mi fatigada mano al ver oscurecer aquella noche. El Se or, como due o del arcano, no realiz ni un gesto ni un ... |